Permítanme presentarme. Me llamo Padre Bill Wadsworth; Nací en Washington, DC y crecí en Rockville.
Soy hijo único y mis padres aún viven en la zona. Asistí a escuelas públicas —Beall Elementary, Wood Middle y Rockville High— y antes de que fueran renovadas! Asistí a la Universidad St. Mary's College en el sur de Maryland y me especialicé en historia.
Después de la universidad trabajé unos años en un banco local antes de mudarme de nuevo a la zona de Rockville. Cuando me aceptaron para el Programa de Formación de la Arquidiócesis, ingresé al Seminario de Mount St. Mary’s en Emmitsburg, MD y estuve allí los seis años de formación.
De pequeño, fui bautizado y criado en la Iglesia Episcopal. La iglesia a la que íbamos mis padres y yo está ubicada en Washington, DC y manejábamos todos los domingos hasta allá para los servicios. Desde muy joven sentí un llamado al sacerdocio, algo que de alguna manera siempre estuvo presente en mi mente cuando iba creciendo. Con el tiempo comencé a darme cuenta de que la Iglesia Episcopal no era donde Dios quería que yo estuviera, pero no quería dar ese paso de fe.
Con el tiempo, el Espíritu Santo me hizo saber que yo tenía que hacerme católico, por lo que comencé el programa para ser admitido en la Iglesia, para lo cual tomé el RICA en la Parroquia de San Patricio.
Al cabo del curso, fui recibido en la Iglesia en marzo de 2008 y luego ingresé al Seminario en 2009. Cuando mi padre nació y creció era católico, pero luego se alejó de la Iglesia. Por la gracia de Dios, regresó a la Iglesia cuando yo entré en ella y luego
mi madre (que creció luterana) también fue recibida en la Iglesia en mayo de 2010. Fue una gracia maravillosa entrar en la Iglesia y estoy muy agradecido de que el Señor me haya
llevado a navegar en aguas profundas y confiar en su providencia. Fui ordenado sacerdote en 2015 y serví en las parroquias de San Andrés Apóstol y San Juan Neumann antes de venir aquí a San Rafael.
Un poco más sobre mi persona: Me encanta la historia, especialmente la época de Bizancio y la antigua Roma. También me gusta mucho la música. Al crecer en la iglesia episcopal, la liturgia era muy solemne y parecida a la católica, por lo que el coro nos daba una dosis semanal de elevada música sacra tomada de la historia de la Iglesia, como las composiciones de Palestrina, Byrd y de Victoria. Esto inculcó en mí un profundo amor a la hermosa música sagrada y la forma como ella puede enriquecer y elevar nuestra adoración a Dios. También toco un poco el órgano de tubos y me encanta la música de JS Bach (¡por supuesto!), así como los compositores franceses Vierne y Widor. Me gusta mucho además escuchar música clásica; los compositores Handel y Telemann son dos de mis favoritos.
Disfruto mucho salir a caminar en la naturaleza y hacer ejercicio, cuando puedo, lo que por lo general significa trotar (si se puede llamarlo así) por el vecindario. A veces también voy a ver (perder) a los Redskins y a los Nationals (ganar... por lo general después de mayo... pero no este año). Mi libro favorito es La muerte viene hacia el Arzobispo por Willa Cather, pero también me gusta leer obras de C.S. Lewis, J.R.R. Tolkien y P.G. Wodehouse.
Tengo algunos amigos especiales en el cielo a quienes me gusta pedirles ayuda de vez en cuando: Nuestra Señora de Walsingham (Patrona de Inglaterra), San Juan Bautista, San Atanasio, San Juan Crisóstomo, Santo Tomás Becket, Santa Catalina de Siena, San Juan Fisher, Santo Tomás Moro, Santa Isabel Ana Seton, San Juan María Vianney, San Juan Enrique Newman y el beato Stanley Rother (que se graduó de mi seminario).
¡Espero poder conocerlos a todos en persona pronto! Sepan que están en mis oraciones diarias. Es una gran bendición para mí estar con ustedes y estoy muy agradecido del Señor por este gran don. ¡Que nuestra Señora y San Rafael los bendigan y los guarden a ustedes y a sus familias!